A mediados de 2013 bibliotecarios, científicos y empresas
plantaron a la Comisión Europea (CE) en una reunión que pretendía abrir nuevos
caminos en el uso de la minería de datos para la información científica. Este
desplante se produjo porque entendieron que, sin una directiva de copyright que
facilite el uso de esta técnica computacional en un contexto científico, no se
va a ningún lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario