Pese a que muchos juran que jamás leerán un libro que no
puedan tener en sus manos, hojear y subrayar, el libro electrónico parece ir
imponiéndose. En algunas ciudades, se le ve presente en las manos de ávidos
lectores en los trenes, las playas, los vagones del metro, los restaurantes y
aún en escuelas y universidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario