Las bibliotecas más prestigiosas del mundo tienen su
correlato en el mundo digital, donde los formatos impresos se presentan junto a
otros multimedia -como audio o video- que los complementan, y que están
asociados a otro modo de producción, organización, distribución y apropiación
de la información. Sin embargo, lo que habitualmente llamamos bibliotecas
digitales se distinguen de las virtuales, que abren un nuevo mundo de servicios
en línea, adaptados a las demandas de los usuarios.
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